FERROL FIN DE TRAYECTO
"Ultima parada: Ferrol, Fin de trayecto" , cuantas veces he oido este anuncio en el tren de vuelta a casa, es como el preludio de algo inevitable. Volver, siempre volver, con la cabeza gacha.
La lluvia se mezcla con el polvo en los cristales y pasan velozmente las casas por delante, la trastienda de las casas que dan a la via, sucias hechas de cemento gris que mojado da la sensacion de miseria.
Los gallumbos, camisetas, sabanas y demas nos saludan al entrar en la sucia ciudad, maleza al lado de las vias, escombros y una explanada llena de madera.
Los vagones oxidados esperan su carga y los semaforos en rojo nos saludan al entrar, por fin la luz de la estación, y las caras de todos los viernes esperando con ansiedad la llegada de alguien; " que raro llega con retraso", como todo aqui.
La lluvia se mezcla con el polvo en los cristales y pasan velozmente las casas por delante, la trastienda de las casas que dan a la via, sucias hechas de cemento gris que mojado da la sensacion de miseria.
Los gallumbos, camisetas, sabanas y demas nos saludan al entrar en la sucia ciudad, maleza al lado de las vias, escombros y una explanada llena de madera.
Los vagones oxidados esperan su carga y los semaforos en rojo nos saludan al entrar, por fin la luz de la estación, y las caras de todos los viernes esperando con ansiedad la llegada de alguien; " que raro llega con retraso", como todo aqui.