Thursday, May 17, 2007

LA PASTILLA ROJA O LA AZUL

Me acuerdo perfectamente cuando Morfeo le ofrece a Neo la posibilidad de elegir entre la pastilla roja o la azul, quedarse en el mundo virtual o bajar al mundo real...
Aveces me siento como Neo en situaciones donde tengo que escoger, escoger caminos sabiendo que las decisiones que tome modificaran todas las demas fichas que configuran este juego de la vida.
Antes era más refelxivo, no es que ahora tome decisiones a la ligera, pero si creo en un destino asi que haga lo que haga estara bien, no hay ningun Morfeo que me de nada a escoger, ni un oraculo que me diga que pasara si hago tal o cual cosa, tampoco me persiguen agentes trajeados con gafas de sol, aunque si hay mil demonios de los que tengo que huir constantemente, se puede decir que hay una Trinity que sirve de nexo entre la realidad y la ficcion... La nave en la que me desplazo es mi corazón, sin duda con un potente motor que empuja cada vez con más fuerza...
Hay cosas que fallan, pero son escuela, son fallos de los que se aprende, todas las putadas que me han hecho por no haber sabido tomar las decisiones adecuadas en el momento preciso, quizá paralizado por un sentimiento de honrradez que me impide hacer daño a nadie, aunque me flagelen con cuerda de esparto; pero que no se equiboquen, soy capaz de odiar y odiare siempre a quien me ha hecho daño gratuitamente.
Ese odio afortunadamente no alimenta el motor que me mueve, solo hace de mi una persona más cautelosa, la gasolina que me mueve es el amor, el amor a la gente que me quiere, que siempre esta y estara ahi.

Sunday, May 06, 2007

A UN MINUTO

A un minuto si cierro los ojos, tan lejos pero tan cerca se puede estar de la felicidad, a un minuto, tan solo tengo que estirar un poco los brazos y buscar el cariño en forma de palabras.
Palabras que son fuego en la piel, que entran como dagas en el pecho, entran sin dolor pero dejan marcas por todo mi cuerpo, marcas de esta lucha contra el tiempo, contra la distancia y contra el aire que pesa como una losa en la espalda cada dia que pasa.
Yo lo arreglare estirando mis brazos susurrando al viento que estoy aqui, que sigo a un minuto tras sus pasos, y que llegare prontito para fundirme como el chocolate en el molde de sus manos.